El Gobierno anunció este martes que está ultimando una nueva Ley de Familias que aportará una “protección económica” para personas con hijos y que reconocerá las “distintas” formas de convivencia que existen actualmente.
Así lo dijo la directora general de Diversidad Familiar y Servicios Sociales, Patricia Bezunartea, durante una jornada organizada en el Congreso de los Diputados por The Family Watch con motivo del Día Internacional de las Familias que se celebra anualmente cada 15 de mayo.
Bezunartea explicó que el Ejecutivo viene trabajando en esta nueva normativa desde hace meses con el propósito de que “se reconozcan” diferentes modos de familia y se aporten ayudas económicas a quienes más lo necesiten. Resaltó que se trata de “apoyar a las familias en la igualdad de oportunidades”, de avanzar en “cohesión social” y de preservar la “protección de la infancia”.
En su discurso de clausura, apuntó a la natalidad y a las migraciones como uno de los principales problemas dado que el 63% de los municipios del país ha sufrido una “pérdida de población” en los últimos años, y demandó que el diseño de espacios urbanos tenga presente “las necesidades de la vida familiar” porque “en nuestra vida cotidiana” se percibe a menudo que no es así.
La directora general reclamó mejores infraestructuras en las ciudades, transporte asequible y accesible para todos, barrios seguros para que los menores vayan a la escuela y planificar los espacios urbanos desde un “concepto intergeneracional de la vida” y sobre todo con el “reto de humanizar el espacio urbano”.
Bezunartea alertó de los “efectos perniciosos” que existen en España “en igualdad de oportunidades de niños y adolescentes» y pidió poner “atención” a retos urgentes como la demografía, la crianza de hijos y la corresponsabilidad dentro de la familia. Asimismo, puso énfasis en la necesidad de reducir los entornos de pobreza desde una “perspectiva de igualdad de género y discapacidad”.
NÚCLEO DE LA SOCIEDAD
El secretario de la Mesa del Congreso de los Diputados Adolfo Suárez Illana también tuvo una intervención institucional en la que recalcó que “la familia es el núcleo de la sociedad se diga lo que se diga” de ella, y enfatizó que es “lo más importante que nos va a acompañar toda la vida”.
Como ciudadano hijo de un expresidente del Gobierno que temporalmente ha decidido participar en política, señaló que los parlamentarios deberían aplicar en las Cortes Generales prácticas que se aplican dentro de la familia como “marcar objetivos comunes y hacer sacrificios personales” para facilitar el “pacto” con el resto de los integrantes.
Suárez Illana pidió trabajar por “un futuro que merezca la pena” con el fin de entregar a las futuras generaciones un legado mejor y lamentó que ahora la sociedad se sienta “abrumada por reconquistar nuestro propio territorio” ante el “bendito problema” de la despoblación rural cuando hace más de 500 años fue capaz de descubrir “el nuevo mundo” del continente americano.
La directora de The Family Watch, María José Olesti, coincidió con Suárez Illana en que la familia “constituye la unidad básica de la sociedad” y es necesario “adoptar medidas” para facilitar su integración y desarrollo social, tal y como sugiere Naciones Unidas, porque “el concepto de familia ha ido evolucionando” con el paso del tiempo.
Olesti rindió un “merecido homenaje a todas las familias” tras la pandemia de covid-19 por haberse vuelto a demostrar que son “la célula fundamental de la sociedad, la mejor generadora de capital humano, un agente de desarrollo social, cultural y económico” y especialmente porque los padres y las madres juegan un “papel insustituible como principales educadores” de sus hijos.
Además, hizo hincapié en que la referencia en el lema de este año a las migraciones viene marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y de la Agenda 2030, que advierten de que a finales de esta década el 60% de la población mundial vivirá en zonas urbanas y de que el 95% de esta tendencia se producirá en países en desarrollo, lo que puede desembocar en problemas de marginación o falta de agua.
HACIA UN URBANISMO INCLUSIVO
Posteriormente, una mesa redonda moderada por el director de Información de Servimedia, Pablo A. Iglesias, abordó cómo las ciudades pueden mejorarse para que sean realmente inclusivas y sostenibles, prestando atención especial a las necesidades de las familias y la conveniencia de tener en cuenta a colectivos vulnerables como infancia, personas con discapacidad y migrantes.
La presidenta del Observatorio de Arquitectura Saludable, Rita Gasalla, recomendó una “reflexión” sobre cómo desarrollar los espacios urbanos, reducir los tiempos de desplazamiento y lograr que los barrios cuenten con todos los servicios “cerca”. Abogó especialmente por espacios de paseo para combatir comportamientos sedentarios, aumentar espacios de arbolado y de naturaleza, mejorar la calidad del aire y bajar el nivel de ruido “que causa nerviosismo, estrés e incluso la muerte”.
Bajo el concepto de que los barrios funcionen como una “super manzana” y las ciudades tengan múltiples “micro centros”, Gasalla incidió como arquitecta en la importancia de que el sol entre en las casas, de que las casas cuenten con terrazas y espacios abiertos para evitar los problemas que la pandemia ha generado sobre la salud mental y de que el aire se recicle porque en interiores la contaminación se multiplica “entre tres y cinco veces más” y eso repercute en rendimiento intelectual y enfermedades.
La profesora de Sociología y Opinión Pública de la Universidad Complutense de Madrid Elisa Brey advirtió del “riesgo de división y fractura entre barrios más acomodados y con menos recursos” con el modelo tradicional de ciudades y señaló como reto solucionar el problema de vivienda y de empleo como “factor de exclusión” para muchas familias, especialmente aquellas migrantes.
Ante diputados de diferentes partidos políticos en el Congreso, Brey reclamó una “gobernanza multidimensional y multinivel” para que el Poder Legislativo escuche a la sociedad civil y tenga en cuente sus ideas para mejorar los espacios urbanos desde una “confrontación constructiva” y una “diversidad de miras”. Desconfió del “concepto de super manzana” en las urbes para preferir otro de “ciudad de los 15 minutos” donde el ciudadano tenga todo al alcance en poco tiempo y sea más fácil “el desplazamiento y la conciliación”.
Además, advirtió de que ni siquiera el confinamiento durante la pandemia ha ayudado a que las familias tengan más hijos, pues la natalidad “ha bajado más”, y puso en valor que España “sin inmigrantes pierde población”, por lo que necesita que personas de otros países vengan a iniciar un proyecto de vida con sus familias.
La especialista en políticas locales de Unicef España Paola Bernal expresó la misma preocupación respecto a la caída constante de la natalidad en España y como solución abogó por “impulsar la escuela de 0 a 3 años” para facilitar la conciliación de las familias y construir un “sistema de cuidados” que contribuya a que los menores se desarrollen.
Bernal manifestó que “los niños y niñas también tiene derecho a la ciudad” y hay que diseñarlas pensando en ellos. Lamentó que durante la pandemia se tuvo más presente a las familias con mascota que tenían que sacarlas a la calle a pasear que a los padres con hijos que seguían encerrados en sus casas y se alegró de que el coronavirus al menos haya servido para “visibilizar que la ciudad también tiene que ser para la infancia”.
El director de Accesibilidad y Tecnología de Fundación ONCE, Jesús Hernández, puso en valor que “una de cada cuatro familias en España tiene una persona con discapacidad dentro de ella” y eso requiere trabajar en materia de accesibilidad, tanto física como tecnológica, pues la pandemia ha sacado a relucir que en esta materia hay “muchas barreras” y muchas de las aplicaciones utilizadas para trabajar no pueden ser usadas por personas ciegas o sordas.
Hernández subrayó que “todos vamos a necesitar accesibilidad” en algún momento de la vida y denunció que “unas 100.000 personas viven confinadas todos los días” en su propia casa porque no tienen ascensores u otros elementos que les ayuden a salir por sus propios medios. También demandó “flexibilidad” de horarios y de ubicación laboral tras la experiencia de la pandemia para potenciar la integración en el empleo de las personas con discapacidad.
Finalmente, abogó por facilitar la vida independiente de este colectivo, pasando del modelo tradicional de residencias a otro moderno de “asistentes personales” que sirve para mantenerse en el barrio de siempre e incluso acudir a trabajar, y que sobre todo es “más barato”, según los estudios que han analizado esta problemática.
(SERVIMEDIA)
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