El otoño será cálido tras el verano más caluroso desde 1961

El verano “se sale de los límites” con el cuatrimestre de mayo a agosto de más calor en 61 años, según la Aemet

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El próximo otoño, que comenzará a las 3.04 horas de este viernes (horario peninsular), será más cálido de lo habitual en España, sobre todo en el área mediterránea de la península y en Baleares, y menos lluvioso de lo normal en el noroeste después del verano más caluroso jamás registrado en España desde al menos 1961.

Esa es la predicción estacional del trimestre otoñal entre octubre y diciembre elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y presentado este lunes por sus portavoces, Rubén del Campo y Beatriz Hervella, en una rueda de prensa en Madrid y en la que participó Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Hervella expuso que el otoño resultará más cálido de lo normal “de manera más robusta” en las provincias mediterráneas y que esa proyección de trimestre otoñal caluroso se extiende a la mayor parte del resto de Europa.

Además, Hervella consideró que el otoño podría ser más seco que de costumbre en el noroeste de la península, lo cual es “coherente” con “situaciones de bloqueo” impulsadas por el cambio climático, es decir, que las borrascas tienen más dificultades para avanzar en contraposición a los anticiclones. Ello podría favorecer la presencia de depresiones aisladas en niveles altos (DANA).

Un avance del trimestre invernal entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 indica que el invierno en Europa podría ser también más cálido de lo habitual, sobre todo en el Mediterráneo y el norte y el este del continente. Y llovería más en zonas del Mediterráneo occidental y en el norte continental, y menos en el Mediterráneo oriental.

VERANO

Por otro lado, Del Campo indicó que este verano meteorológico -el trimestre comprendido por junio, julio y agosto- fue “extremadamente cálido”, con una temperatura media de 24 grados en la península, lo que supone 2,2 grados más que la media entre 1981 y 2010. “Una burrada para una estación completa y para un país tan seco como España”, comentó.

Se trata del verano más caluroso jamás registrado, con 0,4 grados más respecto del de 2003. Además, los últimos ocho estíos (de 2015 a 2022) han sido más cálidos de lo habitual.

El verano tuvo 42 días de olas de calor repartidos en tres episodios en la península y Baleares: del 12 al 17 de junio (la segunda más temprana desde 1975), del 9 al 26 de julio (la más extensa e intensa y la segunda más larga) y del 30 de julio al 15 de agosto (la tercera más larga). Canarias tuvo dos olas de calor: del 9 al 11 de julio y del 24 al 26 de julio.

Concretamente, la ola de calor del 9 al 26 de julio tuvo una anomalía de 4,6 grados y afectó a 43 provincias, de manera que 40 millones de personas (el 85% de la población) soportó temperaturas extremas, según la Aemet.

En cuanto a las lluvias, en verano hubo una precipitación media de 48,2 litros por metro cuadrado en la España peninsular; se trata del noveno trimestre veraniego más seco de la serie histórica.

Según Del Campo, este verano “se salió de los límites” en el sentido de que confirmó la tendencia de que los estíos se alargan cada vez más en España. “Un verano actual dura más de un mes más que en los años 80”, apostilló.

Así, el cuatrimestre entre mayo y agosto fue el más cálido nunca registrado, y el más seco desde al menos 1961. Esa tendencia continuó en la primera quincena de septiembre.

Además, Del Campo precisó que si se aplicaran “reconstrucciones climáticas” (hay datos climatológicos a escala nacional a partir de 1961), “con bastante seguridad” se puede afirmar que “este verano ha sido el más cálido desde 1916”, es decir, desde hace más de un siglo.

MEDITERRÁNEO Y LLUVIAS

A todo ello se suma que la temperatura superficial del agua del Mar Balear es más cálida de lo normal de forma ininterrumpida desde principios del pasado mes de mayo, con un récord absoluto de más de 29 grados a mediados de agosto.

No obstante, este verano podría ser “incluso frío” a mediados de este siglo, según Del Campo y considerando las proyecciones de la Aemet para los trimestres veraniegos entre 2041 y 2060.

Con esta situación, España terminó el verano en sequía meteorológica, situación en la que permanece desde el pasado mes de enero y que es más intensa en áreas del tercio oeste e interior de la mitad norte peninsular.

El año hidrológico actual, que comenzó el 1 de octubre de 2021 y terminará el próximo 30 de septiembre, está siendo muy seco al registrar unas lluvias actualmente inferiores en un 25% al valor normal. Es probable que acabe entre uno de los tres más secos de la serie histórica.

(SERVIMEDIA)

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