Las críticas al pacto también se focalizan en Podemos y hablan incluso de “fin del ciclo del 15-M”
El Pleno del Congreso aprobó este jueves la designación de los cuatro magistrados que formarán parte del Tribunal Constitucional, así como los nuevos consejeros del Tribunal de Cuentas y la designación del Defensor del Pueblo, entre grandes críticas al Gobierno (PSOE-Unidas Podemos) y al Partido Popular por parte de todos los demás partidos del Hemiciclo.
Pese a que el acuerdo entre el Ejecutivo de coalición y el PP era para los tres órganos constitucionales, la polémica y el debate parlamentarios se centraron en los elegidos para el Tribunal Constitucional y que pasaron el examen de “idoneidad” de la Comisión de Nombramientos de la Cámara Baja: Enrique Arnaldo, Concepción Espejel, Inmaculada Montalbán y Juan Ramón Sáez Valcárcel, especialmente en los dos primeros, los propuestos por el PP.
Tras las dudas sobre el sentido del voto -secreto y vía telemática- de algunos diputados socialistas y de Unidas Podemos, el resultado que comunicó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, fue que de los 249 emitidos, Arnaldo recibió 232 a favor, frente a los 237 de Espejel y los 240 de Montalbán y Sáez, además de 8 en blanco y un voto nulo, por lo que los cuatro superaron los tres quintos que requería esta votación y “han resultado elegidos como magistrados del Tribunal Constitucional”.
La suma de PSOE, PP y Unidas Podemos da 243 parlamentarios -todavía no ha sido sustituido el escaño de Alberto Rodríguez, por lo que el Hemiciclo lo conforman 349 diputados-. A tenor de los resultados, algunos de los parlamentarios de los firmantes del acuerdo no lo han secundado, por lo que las direcciones podrían imponer una sanción económica por la ruptura de la llamada disciplina de voto.
Confirmado, porque así lo expresó él mismo, solo está que el diputado del PSOE Odón Elorza no dio su respaldo a la elección de Arnaldo, y así lo resaltaron tras la votación fuentes del Partido Socialista.
En esta votación no participaron los diputados de ERC, PNV, EH Bildu, PDeCat, BNG, CUP y Junts, aunque estos dos últimos sí intervinieron en el debate para mostrar su disconformidad; en cambio, mientras se desarrollaba el debate en el Hemiciclo, ERC, EH Bildu, la CUP y el BNG escenificaron su rechazo con unas declaraciones de sus portavoces o diputados en el patio del Congreso; allí, criticaron la politización de los tribunales y algunos recriminaron particularmente a Unidas Podemos haber participado en el aval a Arnaldo y Espejel.
PINZA EN LA NARIZ
Tras algunas informaciones cuestionando la trayectoria de los candidatos del PP se extendió cierta incomodidad entre los socialistas y los miembros de UP para votar, en cumplimiento del acuerdo, principalmente con el nombramiento de Arnaldo, y sostuvieron que lo harían con una “pinza en la nariz”, idea que verbalizó Elorza.
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que no le gustan “algunos” de los candidatos propuestos y, durante su última intervención en la Cámara, agradeció la responsabilidad de los grupos de Unidas Podemos y del Grupo Parlamentario Socialista, para “salvar el acuerdo para renovar las instituciones constitucionales y permitir que se desbloquee y se renueve esas instituciones”.
El debate sobre los nombres para estos órganos constitucionales -el del Defensor del Pueblo aún sigue su trámite en el Senado- unió a toda la oposición contra los dos partidos del Gobierno, especialmente contra Podemos, y frente al PP.
A FAVOR
Desde el PSOE, el catalán Paco Aranda, como portavoz de Justicia, se centró en defender el acuerdo cerrado con el PP concebido por la “responsabilidad de Gobierno por encima de los interés de partido” y el “compromiso con el pacto y las instituciones, pese los palos en las ruedas”. El parlamentario del PSC insistió en que los socialistas abogan por el “normal funcionamiento de las instituciones”, máxime cunados “los lobos de la ultraderecha están al acecho de la democracia”, defendió.
Comenzó su intervención dirigiéndose a los diputados que se habían ausentado para no participar en el debate como gesto de protesta para afirmar que “a los hooligans que se han ido apelando la dignidad, decirles que la dignidad se ejerce desde este atril y desde esos escaños, cosa que ellos no hacen nunca”.
Aranda aprovechó para destacar que, para el PSOE, “cumplir la Constitución no es solo obligado sino necesario, toda ella, sin peros, no hay excusas” y, por eso, conminó al PP “a completar lo antes posible la renovación del CGPJ” y a hacerlo “sin más dilaciones injustificadas”.
Por parte del PP, Vicente Tirado aprovechó su intervención para dirigirse a los socialistas y pedirles que “respeten la separación de poderes” y “cumplan con lo que dice Europa y la Constitución”, refiriéndose a que “los jueces sean elegidos por los jueces”. De ser así, garantizó que “también podremos llegar a un acuerdo para la renovación del CGPJ”.
Tirado celebró el acuerdo adoptado “para dotar de estabilidad a las instituciones del Estado” y defendió que los candidatos que hoy se votan “representan el consenso democrático alcanzado por la mayoría reforzada de esta Cámara y tienen toda su legitimidad de origen”. “Si dudan de la democracia, dudan de esta Cámara”, avisó.
El diputado del PP reivindicó el acuerdo con el que “piensa distinto” porque “es importante en democracia”. Pidió a todos los grupos actuar guiados “por la ética y la responsabilidad” porque, según recalcó, “hoy nombramos a profesionales de reconocido prestigio” que desempeñarán su cargo “con total lealtad e independencia” y “al servicio del interés general”.
En nombre de Unidas Podemos, Antón Gómez-Reino aseguró que el voto del grupo confederal “nunca va a ser un voto a favor de Arnaldo o Espejel”, sino que es “para acabar con el secuestro al que el PP ha sometido a los órganos constitucionales y defender nuestra democracia de aquellos que solo la quieren desestabilizar”.
En este caso, Gómez-Reino justificó que “solo había dos opciones”: la primera, “un acuerdo mejor de las tres quintas partes de la Cámara” y, la segunda, “continuar con el bloqueo de los órganos”. “Mientras el PP sea imprescindible”, hay que elegir entre “pactar con ellos sabiendo lo que son o permitirles que sigan con el secuestro de las instituciones y las conviertan en una oposición en la sombra”.
CONTRA
Al terminar las palabras de Gómez-Reino, los diputados de Vox presentes se pusieron en pie y aplaudieron la intervención del diputado de Unidas Podemos y gritaron el ‘sí, se puede’, lema característico de Pablo Iglesias y los suyos. Misma consiga que, al terminar el Pleno que avaló a los nuevos magistrados, repitieron con sorna mientras abandonaban el Hemiciclo.
Desde la tribuna, el diputado de Vox José María Sánchez García afirmó que hoy es un día “muy triste” que supone un “insulto” a la democracia y a la “mínima decencia”. A su juicio, la intervención de Gómez-Reino estuvo basada en “mentiras” y calificó a los artífices del pacto de “caraduras”. Antes de terminar su intervención, apeló a la “dignidad” de los diputados del PP y del PSOE para que votasen en contra aun a “riesgo de perder su escaño”, e instó a los candidatos a magistrados del TC a renunciar.
Junts, a través de Josep Pagès y Massó, mostró su “rechazo frontal” a lo que catalogó de “fraude democrático”. “La única opción que nos queda es no votar”, afirmó, negándose a apuntalar a este Gobierno ni al “vergonzoso reparto que hoy se vota”. Además, afirmó que no da ninguna credibilidad a los discursos de “responsabilidad y pinzas en la nariz” y consideró hoy más evidente “la farsa del régimen del 78”.
FIN DEL 15-M
En esta posición crítica también se expresó el diputado de Más Madrid, Iñigo Errejón, que sostuvo que “vamos a votar lo que a ustedes les gustaría votar” porque se mostró seguro de que estos candidatos no son “idóneos” y así lo “saben todos” los diputados. Por ello, defendió que le “cuesta cree que el PP no tenga mejor” candidato para el TC, y que “un voto vergonzante nunca es buen voto”. “No es ejercicio de responsabilidad elegir a alguien que mancha al TC, porque ahí ganan siempre los reaccionarios”, alertó a los que justifican su respaldo.
Desde Compromís, el diputado Joan Baldoví consideró una “obscenidad y un escándalo” la situación y criticó que muchos digan que votan con “una pinza”- y mostró una en la tribuna-. Él dijo que ha “votado con responsabilidad, con dignidad y a candidatos decentes”, y pasó a enumerar a todos los que se votaban menos a los propuestos por el PP.
El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, tachó de “pantomima” esta votación y la vuelta a “las prácticas rancias del bipartidismo”. Denunció que lleguen PSOE y PP a acuerdos de este tipo “cuando no se han sentado para hablar” de, por ejemplo, ayudas a las familias, pero sí “para repartirse las sillas”.
Por todo ello, Bal remachó que ya no tienen “autoridad para dar lecciones a nadie”, especialmente los diputados de Unidas Podemos, que llegaron a la política diciendo que eran “gente normal” y que venían a “regenerarla”. Pero esta votación, agregó, “no tiene un pase” y “se les tiene que caer la cara de vergüenza” por lo que, espetó, “nunca más lecciones a nadie de limpieza y regeneración”.
Línea similar defendió la diputada de la CUP, Mireia Vehí, que consideró que “hoy es el fin del ciclo del 15-M”, un día “triste” porque Unidas Podemos va a apoyar este episodio que calificó de “muy grave e intolerable”.
TRIBUNAL CUENTAS
Aunque el debate se centró en los candidatos al TC, el Pleno aprobó la designación de los consejeros al Tribunal de Cuentas acordados por el PSOE, Unidas Podemos y el PP. Según explicó Batet, Enriqueta Chicano, María Dolores Genaro, Isabel Fernández Torres, Diego Íñiguez, y Miguel Ángel Torres Morato obtuvieron 239 votos respectivamente, mientras que José Manuel Otero Torres consiguió uno menos, 238. En este caso, hubo 10 votos en blanco y ninguno nulo.
La elección de Ángel Gabilondo para ser Defensor del Pueblo, una vez lograda la mayoría necesaria en el Congreso (240 a favor, en blanco 6 y 3 nulos), sigue su trámite en el Senado. El Pleno del Senado someterá ahora a debate la candidatura, que se considerará refrendada por la misma proporción de tres quintos para su nombramiento definitivo.
(SERVIMEDIA)